En esta tierra de polaridades y pares de opuestos y, en los últimos tiempos, de combos exitosos, encuentro algunos que son realmente nefastos.
A saber:
Las revistas y las cremas.
¿Quién fue el ingenioso publicista que sugirió que sobre el delgadito papel de un ejemplar quedaba linda y práctica la cremita de enjuague? El enchastre si adquirís más de una revista a la vez puede llegar a ser irresoluble.
Sugerencia: Si quiero probar el nuevo champú voy al super o a la farmacia a comprarlo. No hace falta que me lo encajen de prepo en la lectura.
El cine y el pochoclo
Decididamente no echo en falta el pochoclo en mi vida. No es un antojo y nunca lo fue. Pero por alguna inexplicable razón que no tiene nada de lógica para el deliberado análisis que le dedico posteriormente, en cuanto entro a la sala de cine me ataca un irrefrenable deseo de adquirir el recipiente más enorme de esa porquería acaramelada. Miles de calorías instaladas en un santiamén en mis nalgas y muslos dan por tierra con todo el esfuerzo que vengo haciendo para modelar mi figura. Yankis go home!
La moda y el estado de ánimo
Pésima idea. De las peores. Meterte en un shopping para probarte ropa de estación cuando estás atravesando un estado de ánimo deplorable. Y sí, ya requeterecontra sabés que ESO no te hará sentir mejor. Pero vas igual, creyendo que si te comprás esa camisita en Rapsodia te vas a sentir felíz y romántica.
La desesperación y la Peluquería
Te lo dije. No era el momento ideal para renovar tu corte de pelo. Ahora andá a comprarte un lindo gorrito y si te preguntan hacete la cool y la moderna y decí que se te dió por la onda hippie chic.
Las decisiones drásticas y la Menstruación
¿Todavía no aprendiste el temita de las fases y los ciclos? En "esos" días no te cases ni te embarques. Mucho menos quieras descasarte y desembarcarte. Quedate quietita como un loto y esperá a que pase el temblor.
El apetito y el supermercado
Repetí conmigo: "No debo ir al supermercado sin haber desayunado correctamente", "No debo ir al supermercado sin haber almorzado adecuadamente", "No debo ir al supermercado en plena huelga de hambre"
La pereza y el Mc Donald´s
Sí, que cómodo y conveniente es el automac. Sin bajarte del auto y asomando apenas tu brazo por la ventana te entregan una bolsita ecológica tibia y llenita de ¡Fatalidad!! ¡Vade retro satanás! En cuanto estés cerquita de uno de esos locales del demonio acelerá a fondo y rezá una decena del rosario. El bikini te lo agradecerá.
Las ochenta cuotas sin interés y tu súbito interés (en cosas que NO necesitás)
¿Hace falta aclararlo?
Si has sido presa de algún otro combo nefasto se agradece que lo denuncies a este blog.
domingo, 19 de septiembre de 2010
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1 comentario:
¡¡¡Me sacaste una sonrisa en medio de los bolonquis laborales!!!
Un beso, Caro
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