jueves, 15 de julio de 2010

Carta abierta al Musicalizador en Jefe

A quien corresponda,

He nacido con cinco sentidos con los cuales percibo y aprehendo el mundo. A saber: vista, oído, gusto, tacto y olfato. Al igual que usted visito frecuentemente establecimientos donde realizo transacciones para abastecerme del sustento necesario para satisfacer mis necesidades básicas y las de las personas allegadas a mí.
Soy una mujer de temperamento sosegado (ejem) y no suelo alterarme fácilmente pero, he notado (más bien mis oídos lo han hecho, y muy a pesar de ellos) que no hay sitio donde vaya en donde usted no esté musicalizando con su selección nefasta de música DIS-funcional y sin intervalo alguno como para tomar aire o tragar saliva.
Usted no lo permite y me arrastra (muy a mi pesar) a su boliche ambulante de mil demonios que funciona non-stop, las 24 horas.
¿Hay necesidad de musicalizarlo todo??
La sala de espera del dentista. El supermercado. El local de ropa. El cyber. El bar de paso. El restaurant. La oficina. La peluquería. Y todos y cada uno de los lugares abiertos al público por donde se me ocurra transitar.
Usted, DJ del infierno, no ha salvado mi vida la noche anterior, como canta despreocupada Madonna. Y tampoco me pone en brazos de algún muchacho fornido y carilindo. Lo único que ha hecho es perforar mis tímpanos y dejarme los nervios de punta.
Cada vez que entro a un local compro cualquier cosa y de manera compulsiva con tal de salirme pronto de allí. Su música altisonante me espanta!
Le pido, por piedad, que intente con otro hobbie. Yo, por mi parte, intentaré sacar turno en algún monasterio inhabitado. Tal como estoy hoy no soportaría ni siquiera la voz monocorde y dulce de un monje.

domingo, 4 de julio de 2010

Internet me hizo ser insegura

Antes de tí, internet, red interna de cableríos infinitos que se conectan de manera invisible world wide, a una velocidad que supera mi limitado entendimiento, antes de tí, decía, yo era una chica segura de mí.
Tomaba decisiones luego del debido análisis y procedía a ejecutar lo deliberado.
Pero ahora no. Ahora soy un efecto ineficaz de tu maldita red.
Gracias a tus preguntas insistentes. ¿está segura de que desea eliminar esta entrada? ¿Está segura de que desea salir de esta página? ¿Está usted realmente segura de que quiere mandar este texto a la bandeja de reciclaje??
Sí! Yo estaba segura de eso y de mucho más antes de navegar como una idiota por tus aguas traicioneras.
Sabía lo que me gustaba y lo que no. Lo que me hacía bien y lo que me hacía mal.
Ahora dudo de todo.
Y antes de apretar "enter" realizo una serie interminable de chequeos y re chequeos, no sea cosa de que mi dedo se convierta en un arma letal de la que pende el futuro del planeta. Y que yo, con mi falsa asertividad mande al universo entero a un viaje sin retorno.
Antes de tí, además, creía tener un buen número de amigos. Ahora, cada vez que abro mi casilla de correos y leo "Tati es ahora amiga de Pepe", "Chuchi es ahora amiga de Gonqui" "Bernarda y Margarita ahora son amigas" se me estruja el corazón. Y me siento más sola que una rana en el mar muerto. Y me fijo compulsivamente si mis amigos me escribieron al mail o dejaron su mensaje de texto en mi celular. Y cuando descubro que no fue así, lloro por ser una de las pocas del planeta que se está quedando solita y sola.
Y mi inseguridad se convierte en paranoia cuando me doy cuenta que yo no, no tengo ninguna "imágen nueva que mostrar".
Antes de tí sabía perfectamente que los electrónicos se encienden en "on" y se apagan en "off". Ahora, cuando cliqueo en "cerrar sesión" me aparece una carta documento informándome que el cierre de sesión no está completo y que para hacerlo debo borrar no sé que cookies del explorador (¿##¡¡de qué cornos me están hablando??##!!!)
HELP!!!!
Pero ya es tarde. Por más que ahora me inscriba en alguna pitman de la informática moderna, o le pida a algún avezado navegador virtual que me de una mano, ya me he convertido en una insegura sin remedio.
¿No te parece? ¿No?
Entonces debo haberme confundido otra vez.
Dilít!